La situación generada por el COVID-19 ha obligado, en el mejor de los casos, a adecuar programaciones, como ha sido el de este concierto. Y este cambio ha originado sumergirnos en una costumbre que ya se daba en el siglo XVI: la reducción de composiciones originales para un conjunto amplio adecuándolas para un grupo más reducido o para un solo instrumento. Más tarde, en el clasicismo, se puso de moda adaptar las obras sinfónicas para piano y de esta manera aquellos que habían disfrutado en el concierto podían continuar gozando en sus domicilios. Así como partes orquestales de las arias de ópera que triunfaban en los teatros. O también incluso, las interpretaciones en las calles, de la mano de las Harmoniemusik (grupos de instrumentos de viento). Esta moda que se mantuvo en el siglo XIX, alcanzó otra dimensión cuando grandes compositores como Liszt o Beethoven emplearon esta técnica. Y ya a principios del siglo XX, fueron fruto de la actividad de la Verein für musikalische Privataufführungen, la histórica asociación promovida por Schönberg en Viena con la finalidad de difundir la música coetánea, llevándose a cabo interesantes reducciones que se cuentan entre las pocas que se mantienen como repertorio concertístico.

 

Las Variaciones Enigma, son retratos íntimos que Elgar hizo a sus amistades más cercanas, se completaron en 1899 y son una de las obras más alabadas del compositor.

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Esta adaptación de la obra, realizada por G. Morton, está organizada para grupo reducido, pero al mismo tiempo conserva la grandeza de una orquesta sinfónica completa. Desde los comienzos delicados y simples, hasta el épico y grandioso Nimrod, y el final a toda velocidad, la orquestación tiene como objetivo mantener el brillo y la calidez de la escritura original de Elgar.

 

Las Danzas Sinfónicas de Rachmaninoff combinan el exuberante romanticismo del estilo anterior del compositor con una estructura concisa y energía rítmica. Este arreglo de I. Farrington tiene como objetivo crear una imagen orquestal completa a partir de un conjunto más pequeño, utilizando solo los instrumentos de la partitura de Rachmaninoff. Escuchar la claridad de las líneas individuales puede revelar aspectos ocultos de la partitura, agregar una intimidad en la experiencia de interpretación y audición, así como permitir que este trabajo pueda ofrecerse en lugares más pequeños, … tal y como es el origen de las reducciones.

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ALAIN AYERDI GURPEGUI

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Es licenciado en Trombón por el Centro Superior de Música del País Vasco (Musikene) de mano de Juan Real, Dani Perpiñan y Alberto Urretxo. Ha recibido clases magistrales de trombón de mano de Alberto Urretxo (solista, BOS), Francisco Rosario (solista, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla), Unai Urretxo (solista, Orquesta Daejeon de Corea del Sur), Marc Templeton (solista, London Philharmonic), Charles Vernon (Trombón bajo, Chicago Symphony) y James Markey (trombón bajo, Boston Symphony / New York Phil.) entre otros. Ha sido titular de la Euskadiko Gazte Orkestra (EGO) en 2005, 2006 y 2007 y ha colaborado con orquestas jóvenes como Joven orquesta de Leioa (JOL) o la orquesta Presjoven.

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Profesionalmente ha actuado principalmente con la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), con la cual ha colaborado en diversos conciertos de temporada, óperas y giras (Japón y Galicia). También ha colaborado con la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) en distintos conciertos de temporada y en óperas y con las orquestas Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Burgos, Philarmonia de Bilbao y Banda Municipal de Bilbao. Hoy en día colabora habitualmente con las orquestas de cámara Conductus Ensemble y Capilla Santa Maria dirigidas por Andoni Sierra.

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Es profesor de trombón, bombardino y tuba en el Conservatorio de Irun desde el 2013. Desde el 2015 es director de la Banda de la asociación de música de Errenteria, con la cual ha dirigido mas de 20 conciertos de los cuales caben destacar conciertos con solistas invitados como Alberto Urretxo, Maite Arruabarrena, Miren Urbieta-Vega, Itziar Martinez, Ainara Ortega, Iñaki Salvador entre otros. También ha dirigido conciertos sinfónico corales con los coros Andra Mari abesbatza y Easo Abesbatza. Colabora como director invitado con Sapere Aude Sinfonietta, con el cual ha dirigido entre otras obras la cuarta sinfonía de Gustav Mahler en versión de cámara de Klaus Simon. 

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En cuanto al canto se refiere, posee el título Grado Medio de la mano de Ainhoa Mercero en el Conservatorio Francisco Escudero de San Sebastian. Posteriormente ha trabajado la técnica con la mezzo Maite Arruabarrena y el contratenor Carlos Mena. Ha cantado como solista Junto con el grupo Hernasax y Arimaz Orkestra y ha participado en la ópera Dido y Aeneas en Victoria Eugenia en el rol de Aeneas. Ha colaborado con Europa Choir Academy de Mainz (Alemania), Orfeón Donostiarra, Coro Intermezzo, Coro de la Orq. Sinf. de Galicia y Capilla Peñaflorida en diversos conciertos y grabaciones. Durante años ha sido miembro del Grupo Vocal Kup Taldea y fundador del Cuarteto Vocal de Música Antigua Aequal Ensemble. Hoy en día es miembro de Suhar gizon korua dirigido por Esteban Urzelai. Dirige desde el 2019 el coro joven Kantuban de Hernani con el que fue premiado el pasado año con el primer premio en el concurso de villancicos de Errenteria.

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